3 may 2008

Mafalda


Pues sí, últimamente las citas con mi psicóloga se han tornado un poco más interesantes, y en una de las sesiones salió el tema de mi interés por los libros...la conclusión es que siempre ha existido; no es que sea una deboralibros insasiable, hay cosas que nunca creo leer en mi vida y algunos libros que mataron mi interés antes de que fueran terminados (debo admitirlo, no toda literatura es buena) y tampoco fui tan freaky para ser una niña que sólo se la pasará con libros...recuerdo que a los 6 años los reyes me trajeron libros en vez de juguetes, gran desilusión que eso trae a aquella edad.

Je, pero esta entrada no es para contar del todo de mi vida...con lo anterior quería decir que lo que hizo que le tuviera un gran amor a la lectura fueron los comics de Mafalda, podía leerlos todo el día, eran muy entretenidos y otros no tanto (pues hablaban de democracia y conceptos raros que uno no entiende a tan corta edad) pero fingía que tambíen me entretenian.

Lo excelente de Mafalda es que es interesante para una persona de cualquier edad, y que a pesar de que fue creada en Argentina en los años 60's tiene críticas que pueden ser aplicadas a la realidad mundial y que siguen siendo contemporáneas, las cuales nos ayudan a cuestionarnos demasiadas cosas y que, como todos los latinoamericanos sabemos hacer, tienen una ironía y humor negro imprescindibles.


Simplemente amo Mafalda, lástima que Quino no se dedicó a escribir tantas historietas como hubiera podido y que sus demás tiras aún no son tan populares como Mafalda, sin embargo, también valen la pena leerlos. Si algún no lector no hay leído Mafalda -lo cual dudo demasiado- corran a su libreria más cercana en busca de ella.

Por Eleonor V.