4 nov 2008

Un poco de adrenalina


Lamento haber abandonado a los no-lectores de este humilde lugar pero mis ánimos de escribir no son muchos, asi que les cuento algo que sucedió el sábado pasado que hizo que pensará en bastantes malas palabras y después chascarrillos al respecto.

Venía de Tzintzuntzan, después de estar grabando los altares para una investigación en la que me dedico actualmente, e iba rumbo a Páztcuaro en un taxi mientras me estaba quedando dormida cuando de pronto escucho que le piden al taxista que se orille, lo cual hace casi en seguida. Frente a nosotros se paran dos camionetas llenas de monitos de la AFI con sus pistolas, que mi falta de cultura no me permite decir que eran (para ello imaginarán la cantidad de elementos de seguridad que había trás lo ocurrido el pasado 15 de Septiembre en Morelia).Finalmente se acerca al carro y dice "ah vas ocupado, es que llevamos dos gringos que andaban perdidos y habíamos querido que los dejarás"

Sé que debería de estar orgullosa de la hospitalidad que tenemos los mexicanos ante los extranjeros, pero ello raya en lo absurdo cuando hay tantos lugares por cuidar y que dos camionetas se preocupen por conseguir quien los lleve, por otro lado la preferencia que siempre ha habido por el extranjero antes que el mexicano, considerándonos de menor importancia.

En fin, supongo que todos tendrán ejemplos de ello y mi falta de ánimo es evidente, saludos.

Eleonor V